jueves, 3 de junio de 2010

El peor ironman de mi vida...



El peor en cuanto a rendimiento por supuesto. Solo hay que ver mis parciales en un día con clima para hacer récord y compararlos con otros años más inclementes.





El IM es una carrera en la que la marca depende en gran parte de clima aunque eso no es excusa para dar o quitar mérito a un resultado. Una cosa está clara...si has entrenado bien tiras, y si no lo has hecho no tiras.





En esta edición venía con una falta de entreno evidente fruto en gran parte de mis problemas laborales. Cuando la cabeza no va no es únicamente que no puedes competir con garantías, sino que no puedes entrenar.





Con el ridículo volumen de entrenamiento con el que me presentaba se podía considerar una estupidez tomar la salida pero había varias razones para hacerlo:





- Con mi experiencia en IM podía terminarlo sin lesionarme.


- Podía conseguir mi mención a los 5 finisher Lanzarote.


- No soy de los que solo van a las carreras si están a tope.


- Quería aprovechar la línea de meta para reivindicar por los bomberos.


- No quería perder la oportunidad de formar parte de la grupeta Calima.


- Quería mostrarle a la persona que más quiero y con la que comparto la vida la razón por la que los de mi especie hacemos todas esas animaladas en nuestra vida cotidiana.


- Por último no olvidemos que soy un catalanario nacido en Barcelona. La pela es la pela y la inscripción estaba pagada ;-)





En resumen. No me arrepiento de la experiencia. Disfruté bastante del ambiente, sufrí poco dolor, mínima presión, me sentí muy arropado durante todo el fin de semana (gracias una vez más a los seguidores) y me sentí un montón de veces orgulloso del "grupo humano" que hemos hecho los triatletas de Fuerteventura.



Este verano además de estar atento y procurar que ningún iluminado pretenda salvar la crisis cepillándose a bomberos y socorristas de Pájara intentaré reconciliarme con los entrenamientos y con este deporte que tanto nos gusta.