jueves, 8 de octubre de 2009

Conclusiones del Challenge

Un buen triatlón para conseguir una buena marca sin salir del país.

Un mal triatlón para gente que no esté acostumbrada a rodar en largas rectas sin viento. Canarios en general lo tienen complicado y en especial majoreros.

Un buen triatlón para debutar con garantías de terminar.

Un mal triatlón para disfrutar del paisaje y de ver como pasan los kilómetros. Tres vueltas de bici y cuatro de maratón.

Un buen triatlón para nadar sin ningún roce ni atasco. Salidas cada diez minutos.

Un mal triatlón para estar en contacto con los pros y los cabeza de carrera. Algunos empiezan la natación cuando los primeros ya la han terminado.

Una buen triatlón en cuanto a organización con pequeños fallos que seguro serán corregidos en futuras ediciones.

Un mal triatlón en cuanto a ubicación. Calella es un sitio turístico preparado en cuanto a alojamiento pero la zona de boxes pese a estar muy bien trabajada por la organización no tiene suficiente espacio y la via de tren limita un poco.

martes, 6 de octubre de 2009


+ DURO DE LO QUE TODOS IMAGINAMOS


Tiempo Final:11:15:12
Posición General:560
Posición Categoria: 109


T.SWIM: 1:06:33 Posición Natación: 375

T1:3:44

T.Bike: 5:46:41 Posición Bike: 628

T2:2:33

T.RUN: 4:28:30 Posición Run: 729




Al mirar el perfil de la bici y de la maratón todos sabíamos que sería un triatlón rápido. Y así fué. pero no se confundan. Si pensaban que retorcerse en las cuestas de Lanzarote era el "Nirvana" de las torturas triatléticas deberían probar de hacer 180km acoplados sin cambiar de posición en la bici. Al final cualquier excusa era buena para ponerse de pie y aliviar un poco las rodillas: que si un ligero repechito...de pie, una rotonda...de pie, un poquito de viento de cara...de pie, que me voy a tirar un pedo...de pie. Cualquier cosa vale para abandonar la posición Norminator.


El tema es que después de esa carga en las rodillas debes correr una maratón más dura de lo que parace en el perfil y con un 99% asfalto. Si a eso le sumas que no asimilé bien sólidos desde el km 70 de bici la masacre estaba más que garantizada.


Desde el primer km de la maratón con el dolor de piernas típico del km 30 y con el desánimo de ver el abandono de Jane me planteo un último segmento ultramegaconservador para asegurarme la camiseta de finisher. Paso cortito, constante y andando en todos y cada uno de los avituallamientos.


Al empezar la tercera de las cuatro vueltas me llega el auténtico muro. La deshidratación y la falta de ingesta es evidente y epiezo a ver las cosas con más dioptrias. Eso no lo arreglo con gatorade y geles. Me pillo todo lo que cabe en mis brazos en el km 22,5 y andando hasta el 25 me lo como todo mientras disfruto del paisaje. A partir de ahí y después de ver por primera vez a Marcos en la maratón (creía que había abandonado) me animo y vuelvo al trote que prácticamente no abandono hasta cruzar la meta que por primera vez me espera de noche.


Al llegar, el cuerpo que es inteligente, entiende que ha cumplido de sobras su cometido y cuando lo pongo delante de la caseta de comida con la intención de arrasar con todo como en Lanzarote decide declarase en huelga: náuseas, vómitos, hipoglucemia, se cierra el telón y lo siguiente en ver es la cara del médico abofeteándome las mejillas y el suero en mi brazo derecho.


¡Y YA SON OCHO IRONMANS!


Gracias por su apoyo familia.